Salvador García es docente de la Escuela De Trés desde sus inicios.
En el año 2015 por cuestiones casi fortuitas le tocó hacer una suplencia de enseñanza musical en un colegio, pero en realidad se estaba encontrando con una de sus pasiones.
En conversación con él me confesó que se empezó a nutrir de diversos cursos y capacitaciones en enseñanza orientada a niños y niñas con discapacidad, a recorrer e investigar las distintas teorías pedagógicas al respecto pero que al fin y al cabo «no hay mejor manera de aprender sobre el asunto que la experiencia misma» y también me agregó que «el encuentro con las personas es el verdadero campo fértil, allí el aprendizaje es mutuo».
Con el primer año de la Escuela ya avanzado, decidieron -junto con Christian y Mariana- comenzar con los espacios de talleres musicales para infancias con TEA, sin tener la certeza de cuál podría ser la repercusión en los entornos familiares. Pues es una realidad que «son muy pocos los espacios, fuera de las instituciones educativas formales, en dónde se puede trabajar a nivel grupal y no sólo en terapias individualizadas» según nos comentó.
Aprovechamos una linda chance de abordar esta temática y quisimos introducirnos sobre ciertas dinámicas que se dan en este tipo de talleres, en DeTrés.
¿Cómo es trabajar desde la música con infancias con TEA? ¿Qué variantes tiene en la enseñanza musical?
Lo que se denomina Trastorno del Espectro Autista es, tal cual su nombre lo indica, un espectro, esto significa que hay una enorme variedad de conductas y casos, es muy difícil generalizar. Podés tener dos chicos con autismo y maneras muy diferentes de responder a un estímulo. Dicho esto, hay ciertas estructuras que parecen funcionar para la mayoría. Un organigrama visible en el que se vean todas las partes que va a tener el taller señaladas claramente ayuda a que se puedan anticipar y bajar la ansiedad. Este organigrama suele estar apoyado con imágenes (pictogramas) y a la vista de todos los niños que están en el taller. De este modo, todos sabemos en qué parte estamos y qué sigue.
¿La estimulación musical provoca cambios en las conductas y comportamientos que sean notoriamente observables?
Los cambios de conducta a causa de la estimulación musical en niños con TEA requieren de mucha paciencia. Mucho más en un espacio como este,en el que el abordaje principal no tiene que ver con avances personales sino grupales, de socialización. Creo también que muchas veces aplicamos una mirada tan adultocéntrica y funcional hacia ellos que no nos permitimos detenernos y observar los detalles mínimos, el registro de los demás, la complicidad, el humor, y otras conexiones que la música facilita. Desde mi humilde lugar, siento que la música tiene como función principal para ellos la posibilidad de canalizar emociones sin presión social. En el lenguaje musical hay mucha libertad, muy pocas cosas que puedan ser juzgadas como buenas o malas; en niños sobre los que se pone una expectativa muy grande respecto a su evolución,encuentro que brindarles un espacio expresivo, lúdico y artístico es fundamental.
¿Cómo se da la integración de los niños con algún tipo de espectro autista con niños sin estos trastornos?
La diferenciación en este sentido, la hacemos los adultos. Los niños tienen mucho menos prejuicios que nosotros. A veces uno como referente de un espacio inclusivo, llega con decenas de propuestas por si las cosas no salen como lo esperado, preparamos dinámicas y planes B por si surgen dificultades; la verdad es que se regulan solos y van encontrando el modo, como mucho uno ayuda, pero incluir o excluir es un problema de los grandes.
¿Cómo se planifica un taller para niños/as con TEA, y qué elementos se tienen en cuenta?
Pienso que la clave es generar un espacio seguro -primero que nada- y validar las emociones, las ocurrencias y los comportamientos antes que todo. Ser claro ayuda mucho, incluso excesivamente claro, ser muy específico. Esta claridad vale también para la puesta de límites. No obligar a nadie a participar, para esto una de las cosas que están buenas es que todas las propuestas tengan opción de hacerse grupal o individualmente.
¿Desde dónde se trabaja y hacia dónde se apunta? Es decir, ¿cuáles son sus principales objetivos?
Dividiría los objetivos en dos, los de la escuela por un lado y los míos como docente por otro, que naturalmente convergen.
Que este grupo exista en DeTres es una oportunidad maravillosa para trabajar en la inclusión realmente, no sólo decirlo porque suena bien, sino practicarla. Es decir, el objetivo no puede ser únicamente que, como el grupo está orientado a niños y niñas con discapacidad, estos deban permanecer aquí solamente. El éxito sería que acaben formando parte de otros talleres de música dentro de la escuela,que la experiencia de este taller les ofrezca herramientas para poder sostener un trabajo en equipo como es hacer música, y que puedan ajustarse a las distintas modalidades que otros profesores usan para enseñar.
En cuanto a mis objetivos como docente, me basta con que pasen bien y sean felices ese ratito que comparten conmigo. Quienes puedan aprovechar el taller para que este sea orgánico y favorable para su desarrollo, mejor.
¿Se trabaja también con la familia en este espacio?
No. Es un espacio ùnicamente para ellos, del que se espera que se apropien y sientan tambièn como un lugar seguro.
Por último, ¿cuáles son las motivaciones de quienes enseñan música a niños/as con trastornos de espectro autista?
La música hace bien, es un hecho. Creo que quienes trabajamos con ella y elegimos compartirla buscamos ayudar a otros pero también sanar nosotros. Cuando ves la potencia transformadora que tiene la música, lo que puede ayudarnos, los puentes y las conexiones que puede entablar entre las personas, se vuelve algo demasiado maravilloso como para hacerlo solo por uno mismo.
En el caso del trabajo con autismo, creo que además hay una constatación de que nuestra comprensión del mundo es demasiado pequeña. Es un privilegio estar cerca de otras sensibilidades y maneras de comprender la música.
Se llama Salvador.
